Hermandad del Rocío de Puerto Real

Altar de cultos

Así ha amanecido esta mañana nuestro altar, preparado con esmero y lleno de devoción, para dar comienzo a los cultos en honor a Nuestra Señora del Rocío.

Engalanado en su totalidad de flores blancas, el color de la pureza, la luz, la inocencia, la alegría y la paz. Blanco, como símbolo también de la santidad y la gloria de Dios, que hoy se hace presente entre nosotros, envolviendo cada rincón de este altar que se convierte en lugar de encuentro, oración y esperanza.

Desde estas líneas queremos expresar nuestro más profundo y sincero agradecimiento a nuestro amigo Carlos Canca, por hacer realidad este magnífico altar que hoy podemos contemplar con orgullo.

Su entrega, dedicación y amor por nuestra Hermandad han quedado reflejados en cada detalle, demostrando, una vez más, que siempre está a disposición de la misma.

Asimismo, extendemos nuestro agradecimiento al equipazo de hermanos colaboradores, que con esfuerzo, ilusión y mucho trabajo, han hecho posible esta gran y laboriosa obra.

Gracias por vuestro compromiso desinteresado y por ser parte esencial de este camino que, juntos, seguimos construyendo.

Con este ambiente de recogimiento y belleza, iniciamos con profundo fervor el primer día del Solemne Triduo en honor a la Blanca Paloma. Invitamos a todos nuestros hermanos, fieles y devotos a unirse a estos cultos, dejando que la luz del Rocío ilumine nuestros corazones y fortalezca nuestra fe.

Que la Virgen del Rocío, Reina de las Marismas, nos guíe y nos bendiga a todos.

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