El pasado sábado 26 de abril, con motivo del Año Jubilar, la Hermandad Matriz de Almonte organizó un emotivo Rosario Rociero Jubilar que reunió a todas las hermandades del Rocío en una noche de fervor y oración mariana.
Nuestra Hermandad tuvo el inmenso honor de participar en este acto extraordinario, portando con profunda devoción nuestro Simpecado hasta las plantas de la Blanca Paloma. Fue un momento cargado de fe, emoción y unidad entre rocieros, en el que el caminar al compás del rezo y el silencio respetuoso se convirtió en ofrenda espiritual compartida.
Durante esta jornada tan significativa, todas las hermandades nos unimos en oración por el eterno descanso del Papa Francisco, ofreciendo nuestras plegarias en comunión, esperanza y fraternidad rociera.
Dicho Rosario fue un reflejo del alma rociera: una manifestación de amor, tradición y encuentro fraterno bajo el amparo de la Señora. Puerto Real, junto al resto de hermandades, vivió una jornada inolvidable que quedará grabada en nuestros corazones como testimonio de fe viva y compromiso con nuestra Madre del Rocío.
Desde estas líneas, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos los hermanos que nos acompañaron y colaboraron con generosidad y entrega para que todo saliera lo mejor posible. Gracias por vuestro esfuerzo, vuestra presencia y vuestro compromiso. Juntos hicimos, de esta noche, un recuerdo imborrable.
¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO!