Nuestra medalla es mucho más que un simple símbolo. Es un emblema de fe, devoción y unión entre todos los hermanos. Cada vez que la llevamos, llevamos con nosotros la historia, las tradiciones y el amor por nuestra Virgen del Rocío.

Esta medalla nos recuerda los valores que nos unen y la esperanza que compartimos en cada peregrinación. Es un símbolo de nuestro compromiso de seguir caminando con fe y alegría, siempre con el corazón abierto a la Virgen y a nuestros hermanos.

Es un tesoro que llevamos con orgullo y que nos inspira a seguir adelante en nuestro camino espiritual.

La Medalla de nuestra Hermandad es rectangular, con forma de escudo, con la corona real encima. En el centro aparece, entre nubes, la Virgen del Rocío; sobre su cabeza el Espíritu Santo, en forma de Paloma; en la parte baja de la medalla encontramos dos escudos: el de Puerto Real y el de la Parroquia de San Sebastián; en el centro, entre ambos escudos, vemos un ancla, rematada por la Cruz.